martes, 27 de diciembre de 2011

CAMUS Y LARRONDO EN CÁDIZ: UN LUGAR COMÚN PARA UN REENCUENTRO NECESARIO



El escritor gaditano ha sido el encargado de realizar la dramaturgia de “El estado de sitio”, una de las obras teatrales más singulares del Premio Nobel francés Albert Camus, cuyo estreno llegará el próximo 10 de enero al Gran Teatro Falla de Cádiz de la mano del CAT como uno de los espectáculos más emblemáticos del programa de eventos culturales relacionados con el Bicentenario de “La Pepa”. “El estado de sitio” es una de las producciones más ambiciosas para la presente temporada del Centro Andaluz de Teatro y, para su puesta en escena, ha contado con la colaboración del propio Consorcio para la Conmemoración del II Centenario de la Constitución de 1812 y del Servicio de Cooperación y Acción Cultural de la Embajada de Francia en España. La obra está dirigida por José Luís Castro, director durante años del “Teatro de la Maestranza” y del “Lope de Vega” y la música corre a cargo del compositor Antonio Meliveo, responsable, entre otras, de la banda sonora de películas como “El camino de los ingleses” o “Los muertos no se tocan, nene”. Tras su estreno absoluto en Cádiz, la obra podrá verse durante este mismo mes en El Puerto de Santa María y en el Teatro Central de Sevilla, desde donde iniciará una gira por el resto de las capitales andaluzas.





Fotomontaje imposible de un sueño que mantuvo Larrondo con Camus durante los meses que estuvo trabajando en la dramaturgia de "El estado de sitio"



UN LUGAR COMÚN

A estas alturas me resisto a pensar que sea mera coincidencia. Hay algo premeditado, algo providencial en este encuentro literario con Camus. Quizás este cruce de caminos sea mi particular justa poética debida hacia el genial escritor y filósofo francés, cuyos textos teatrales tanto me impactaron y enseñaron desde los inicios de mi trayectoria como dramaturgo. De hecho, su influencia fue más allá de lo meramente literario o de lo intelectual -he de confesarlo- y, muchos diálogos de algunas de sus obras emblemáticas como “Calígula”, “Los justos” o incluso “El estado de sitio”, verbigracia, fueron lecciones magistrales para la creación de mis primeros dramas. Por ello este reencuentro con Camus no puede ser una simple coincidencia.
Curiosamente, el año que viene se cumple el centenario de su nacimiento. Albert Camus murió demasiado pronto, a la misma edad que ahora tengo yo. Sin embargo, nos dejó una obra prolífica como novelista, dramaturgo y ensayista. Un legado rico, innovador, bello y comprometido con el derecho de los hombres a sentirse libres; tan denso y tan importante que le hizo merecedor del Premio Nobel en 1957 y que, seguramente, habría dado mucho más de sí de no haber acabado su vida y su creación de una forma tan “absurda” y tan precipitada. “El estado de sitio”, escrita y estrenada por primera vez en 1948 es, sin duda, una de sus cimas literarias. En ella, según sus propias palabras, quiso imaginar y hacer inteligible el mito de la Peste para los espectadores de su época. Y eso es precisamente lo que nosotros también hemos intentado: con pulcritud, con humildad y con pudor pero también con libertad. Camus quiso alejar su obra de la estructura teatral tradicional y concibió el espectáculo –junto a su amigo Barrault- con la ambición de mezclar en él todas las formas de expresión dramática hasta entonces conocidas: monólogos líricos, la pantomima, los diálogos, la farsa o el coro al modo de las tragedias griegas. Mi aportación a la recreación actual ha pretendido respetar al máximo esos anhelos, especialmente en el aspecto literario. Por eso, ante tamaña responsabilidad, he dejado a las palabras de Camus aparearse con las mías hasta crear un estilo, un acento, un ritmo y un acompasamiento que encajara en una melodía antigua a la par que nueva y comprensible para los oídos de nuestra época. En cierta forma, ha sido como devolverle la poética que él mismo me reveló cuando leí el texto por primera vez con apenas 20 años, “un baile pendiente”, si me permiten la expresión. Al final, espero haber pasado desapercibido y haber logrado estar a la altura de su voz, de su mensaje y de su obra.
En cualquier caso, al margen de la osadía, de los fallos o de los aciertos y de las coincidencias o las diferencias literarias o espirituales, semejante prodigio no habría podido darse sin la existencia de un acervo compartido y de un lugar común. Un lugar mítico pero también necesariamente físico: Cádiz. No es azaroso que Camus eligiera esta ciudad-estado atemporal, atávica, casi épica, para ubicar su drama dentro de sus terribles fortalezas. Cádiz: tantas veces sitiada, asediada, muerta y resucitada hasta ser más eterna que la misma Roma. Tantas veces víctima de su propia “condición” de isla vulnerable a las pandemias de todas las épocas y de todos los océanos… Es obvio que Camus escogió Cádiz de manera deliberada. Su vinculación afectiva con España, su repulsa a la tiranía franquista y sus conocimientos sobre nuestra literatura no son factores ajenos a esta decisión tan “escenográfica”. Camus, hombre mediterráneo al fin y al cabo, conoce que el mar es permeable, que es puerta de llegada y término de numerosos viajes. Y sabe que Cádiz, por su particularidad geográfica, se convierte en escenario idóneo para el peor de los asedios: la isla se transforma en cárcel sitiada por la Peste y, de este modo, en el hábitat apropiado para que sus miasmas se propaguen y causen un dramático desenlace entre sus habitantes.
Los gaditanos conocemos sobradamente esa sensación. Nacemos y crecemos con el mar siempre rodeándonos, respirando sus vientos, conviviendo con él en armonía la mayoría de las veces y temiéndole también en otras desde tiempos inmemoriales. Después de todo, la vida y la muerte nos llegan siempre a través de él y sabemos lo que significa sobrevivir asidos a tierra firme por un fino hilo de arena que la Parca puede cortar cualquier noche de arrebato tempestuoso. Quizás por eso valoramos tanto la libertad y quizás por eso hubo un momento, hace doscientos años, que padecimos el espejismo de convertirnos en farallón para resistir ante quienes pretendían arrebatárnosla.


Probablemente por toda esa conjunción de coordenadas geográficas y románticas, Camus decidió que Cádiz era el lugar perfecto para poner en sitio las libertades esenciales de los hombres y probar hasta dónde es capaz el ser humano de llegar con sus miserias o con sus proezas, sin ningún Dios ni otro gobierno más que el hálito de la Peste y el totalitarismo de la muerte. Y para enfrentarse a tan definitiva adversidad creó el autor a Diego, protagonista y héroe que, a la manera de las tragedias clásicas, inspirado por el amor a sus semejantes y a la libertad, sacrificará su vida para salvar la ciudad y, con ella, la alegoría de una humanidad que, la mayoría de las ocasiones, sobrevive constreñida, atenazada, deliberadamente condenada a competir consigo misma hasta extinguirse. En “El estado de sitio”, los hombres, encerrados, aterrados y convertidos en esclavos, dejan brotar el lado más mezquino de sus corazones, pero también el más noble. Esa es precisamente la grandeza y la esperanza que Camus defiende, el hombre en el que él cree, que tiene la obligación moral de derrotar a sus peores miedos para ser libre y medrar luego como especie. El propio Camus fue testigo de una época plagada de atroces enfrentamientos. Él mismo, como anarquista convencido, se enfrentó a todas las ideologías que alejaban al hombre de lo humano y mantuvo una actitud rebelde incluso ante el existencialismo. Por ello su obra es tremendamente visionaria. De hecho, en estos tiempos que nos han tocado vivir, el miedo aún sigue siendo el peor enemigo de los hombres. No hay mayor esclavitud que la de sobrevivir asfixiado entre el terror intrínseco a existir y el terror que nos infligimos a nosotros mismos. Las epidemias ahora se propagan de formas diferentes, se procesan y transmiten a velocidades cibernéticas o a través de esporas digitales, mutan y nos anestesian o controlan de formas variopintas. Hemos alcanzado grandes libertades, pero nunca antes hemos sido tan vulnerables, tan manejables, tan temerosos a reconocer lo mucho que nos necesitamos los unos a los otros para seguir viviendo. Ciertamente, el argumento de “El estado de sitio” no ha perdido vigencia. La Peste ya no llega, como Caronte, en una siniestra barcaza que arriba a nuestras costas. Hoy todo es mucho más sutil. De ahí el aviso a navegantes del autor francés: sus bacilos jamás mueren ni desaparecen. Permanecen ahí, adormecidos, esperando el día y la ocasión de mandar a sus ratas a cualquiera de nuestras ciudades para ponerles sitio. Por eso los diálogos de Camus siguen siendo paradójicamente tan actuales. Yo me he impregnado de ellos, me he revestido con su mensaje de valentía y me he posicionado a la sombra de su genio y de su latitud. Solo soy un soldado más de este gran proyecto en el que tantos y tan buenos profesionales participan, un ciudadano de un lugar común asomado al escenario de un Cádiz universal y utópico que es una metáfora de nuestro mundo, constantemente en sitio. Añado mi pulsión, una emoción compartida y solo me hago eco de las palabras que ya Camus nos dejó perfectamente escritas y que, en definitiva, son las únicas que importan y merecen quedar en nuestra memoria colectiva.





miércoles, 9 de noviembre de 2011

"EL CORAZÓN HECHO UN LÍO" EN LA XIX MUESTRA DE TEATRO ESPAÑOL DE AUTORES CONTEMPORÁNEOS


Comedia, drama, artes de calle, cabaret y teatro familiar, hasta un total de 28 espectáculos, estarán presentes en la XIX edición de la Muestra de Teatro Español de Autores Contemporáneos, que se va a desarrollar en Alicante del 4 al 13 de noviembre. Además, habrá presentaciones de libros, talleres de dramaturgia, el debate “Razones para seguir escribiendo teatro” y el encuentro titulado “Palabra de traductor”. Cada año desde sus comienzos el festival homenajea a un autor, entre los que figuran Buero Vallejo, Alfonso Sastre o José Sanchis Sinisterra. En esta ocasión será el turno de Salvador Távora, alma de La Cuadra de Sevilla.

La muestra no es solamente un evento de exhibición, sino que es la cita anual para el debate, la reflexión y el análisis de cómo se encuentra la dramaturgia viva en España.

El viernes 4 se abrirá el telón en el Teatro Arniches con la obra en valenciano Eufòria, de Roberto García y se clausurará el domingo día 13 con la representación de "El corazón hecho un lío", espectáculo de Diáfano Producciones sobre textos de Paco Zarzoso, Paco Sanguino, Rafael González Gosálbez, Borja Ortiz de Gondra y Juan García Larrondo, todos ganadores del Premio de Teatro Marqués de Bradomín.

Para mayor información sobre el festival PULSAR AQUÍ.




domingo, 6 de noviembre de 2011

"DIÁFANO PRODUCCIONES" ESTRENA EN MÁLAGA "EL CORAZÓN HECHO UN LÍO"



Los aires más frescos de la escritura teatral española se estrenan hoy en el escenario del Teatro Echegaray de Málaga de la mano de dos actores bien conocidos en Andalucía, Lola Manzanares e Iván Gisbert. Ambos intérpretes son también los artífices, a través de Diáfano Producciones, del montaje "El corazón hecho un lío", que lleva a las tablas textos de Francisco Zarzoso, Paco Sanguino y Rafael González, Borja Ortiz de Gondra y Juan García Larrondo en lo que significa también la conmemoración del 25 aniversario del Premio Nacional de Teatro Marqués de Bradomín.



"El corazón hecho un lío" está dirigido por Juan Luis Mira, que también firma la dramaturgia de los cuatro textos seleccionados, fragmentos de las siguientes obras: Umbral, de Francisco Zarzoso; 013 varios: informe prisión, de Rafael González y Paco Sanguino; Dedos, de Borja Ortiz de Gondra, y Mariquita aparece ahogada en una cesta, de Juan García Larrondo.





Con dichos mimbres, Mira, Manzanares y Gisbert componen un mosaico que repasa la dramaturgia española del siglo XXI. “Desde tiempo inmemorial –asegura el director- se dice que en España no hay dramaturgos pero lo cierto es que el nuevo teatro español –Belbel, Mayorga, Rodrigo, Galcerán, Lidell– está presente como nunca antes en las carteleras cosechando éxitos sin precedentes. Parte de la ‘culpa’ de esto la tiene un premio, el ‘Marqués de Bradomín’, uno de los que más han estimulado la vida teatral española y que ahora cumple 25 años”.

Diáfano Producciones ha querido celebrar las bodas de plata del premio subiendo al escenario algunos fragmentos extraídos de las obras galardonadas en estas dos décadas y media. Todas las escenas tienen algo en común: el amor/desamor y el humor, rasgos que han predominado en los textos presentados al concurso. “Porque –añade Mira-, como por arte de magia, este Marqués de Bradomín, entrañablemente caduco y romántico, irremediable ilusionista, ha impregnado con su aroma soñador muchas de las obras que después han resultado galardonadas. Será porque los jóvenes autores, como el Marqués y como el resto de los mortales, tienen, tiene, tenemos… el corazón hecho un lío”.

Umbral, de Francisco Zarzoso, premio Marqués de Bradomín en 1996

Historias en cinco espacios urbanos, entre privados y públicos, entre nocturnos y diurnos: un portal, un gabinete fotográfico, un paso de cebra, un apartamento y la oficina de un matadero. Lo que crea unidad a estos cinco cuadros es el concepto de ‘umbral’, sobre todo referido al que se produce en la comunicación. Pero el umbral más constante es el que se da entre el trabajo y los sentimientos, en especial los amorosos, por ausencia de uno de ellos o de ambos. Cinco retratos de la soledad del individuo urbano entre lo cómico y lo trágico.


013 varios: informe prisión, de Rafael González y Paco Sanguino, premio en el 87

Ocho casos, organizados de forma aleatoria, recogidos en un informe con carácter experimental sobre sujetos de alto grado de peligrosidad psicótica, son representados ante los espectadores-reclusos que asisten al acto. Cada ‘caso’ contiene su propio desarrollo argumental y va a servir para exponer una conducta delictiva: por ejemplo, el primero lo cuenta un psicópata asesino que sale de un frigorífico para narrarnos sus fechorías, y en el segundo, que se representa en El corazón hecho un lío, una vecina que tiende la ropa en su azotea cree descubrir junto a ella a un violador.

Dedos, de Borja Ortiz de Gondra, premio Marqués de Bradomín en 1995

Dedos fue escrita en 1995 y se estrenó en 1999 en el Centro Dramático Nacional. Por entonces, Borja Ortiz de Gondra vivía en Francia y produjo este texto influido por la profunda crisis que dominaba Europa y que en España se traducía en un gran desempleo. “Quería hablar de todo eso -dice el autor- y con un tratamiento que no fuera acorde al tema. Busqué aproximarme al absurdo, al ridículo. De hecho, la obra se subtitula ‘vodevil negro’”. Dos parejas irán intercambiándose todo el tiempo. Con cada cambio de escena se produce un cambio de pareja. Y entre ellos irán sucediéndose las más diversas e inesperadas relaciones.





Mariquita aparece ahogada en una cesta, de Juan García Larrondo, premiada en 1992

La obra cuenta la historia de una mujer abandonada por su marido. Sin recuerdos, sin cariño y desesperada, decide echarse a los muelles para prostituirse con tan mala suerte que unos marineros acabarán lanzándola al mar junto con una cesta de ropa sucia. A su auxilio acudirá la misma Virgen, que durante tres días le dará la oportunidad de ponerse en paz con su patética existencia. A partir de aquí comenzará la que sin duda será la más surrealista, divertida y a la vez, más trágica expiación de su recién estrenada vida...

El Premio Marqués de Bradomín

El Premio Marqués de Bradomín es uno de los más importantes e influyentes de cuantos se convocan en España. Fue creado en 1984 por iniciativa de Jesús Cracio, director técnico del Área Teatral del Instituto de la Juventud, adscrito entonces al Ministerio de Asuntos Sociales, en homenaje al extravagante y fantástico personaje de Valle-Inclán. Fue otorgado por primera vez en 1985, galardón que recayó en Sergi Belbel, y está destinado a autores menores de treinta años cuyas obras hayan sido escritas en cualquiera de las lenguas del territorio español. Su objetivo primordial es la defensa del texto como origen y memoria del teatro, apostando por la calidad, la innovación y los planteamientos de los jóvenes autores vinculados a temas contemporáneos.




http://diafanoproducciones.es/


Crítica de Prensa http://www.modernicolas.com/miedo-tengo-miedo-miedo-de-quererte.html

Crítica de Prensa http://www.malagahoy.es/article/ocio/1106228/sketch/sentimental.html



domingo, 16 de octubre de 2011

LA SERIE "ARRAYÁN" AHORA TAMBIÉN EN CASTILLA-LA MANCHA




Castilla-La Mancha Televisión estrena este próximo domingo, 16 de octubre, 'Arrayán', su nueva apuesta por la ficción nacional que se emitirá diariamente en horario de máxima audiencia. Esta tarde, a las 20:45 horas, tendrá lugar su puesta de largo en CMT, aunque la ficción de emitirá a partir del día 17 de lunes a viernes a las 21:15 horas, tras 'Las noticias de las 8'.

Los espectadores de Castilla-La Mancha Televisión podrán ver este domingo, en exclusiva, un capítulo especial en el que se desvelarán todas las claves de esta producción televisiva. Ambientada en un hotel de lujo, muestra la vida cotidiana de los empleados y propietarios del hotel y su relación con los clientes. Narra tramas de interés social... Intentando reflejar la realidad social. Un hotel nada convencional donde cada día surgen nuevas y apasionantes historias.

La serie viene respaldada de un enorme éxito, basado en unas potentes tramas que analizan temas como las drogas, la delincuencia, la inmigración, las relaciones humanas y sentimentales, etc. 'Arrayán' llega ahora a la parrilla de Castilla-La Mancha Televisión avalada por numerosos galardones, entre ellos un Premio Ondas a la mejor serie autonómica.




miércoles, 28 de septiembre de 2011

EL CENTRO ANDALUZ DE TEATRO ESTRENARÁ "EL ESTADO DE SITIO" EN CÁDIZ EN ENERO DE 2012

El Centro Andaluz de Teatro (CAT) estrenará su versión de "El Estado de sitio" en Cádiz, en la ciudad en la que el escritor francés Albert Camus ambientó esta obra que el grupo andaluz llevará a escena bajo la dirección de José Luis Castro y con dramaturgia del gaditano Juan García Larrondo. La obra se estrenará el 11 de enero de 2012 en el Teatro Falla, unos días antes de que se represente en el Teatro Central de Sevilla.

La adaptación del texto de Camus es una iniciativa pensada por el Centro Andaluz de Teatro, el Servicio de Cooperación y Acción Cultural de la Embajada de Francia en España y el Consorcio para la Conmemoración del II Centenario de la Constitución de 1812 para ser llevada a escena con motivo de la celebración del mencionado Bicentenario y con la pretensión de servir de lazo de unión entre las culturas francesa y española. Para ello, se ha contado también con la colaboración de otros centros dramáticos y de diversos festivales teatrales tanto españoles como de la propia Francia, donde se proyecta que la obra sea también representada.
"El Estado de sitio" es una de las apuestas más firmes del Centro Andaluz de Teatro, que contará con un presupuesto cercano al millón de euros para poner en pie un texto que se representó por primera vez, en el teatro Marigny de París, el 27 de octubre de 1948, por la compañía de Madeleine Renaud. La dirección corrió entonces a cargo de Jean Louis Barrault, Balthus se encargó del vestuario y de la escenografía, y entre el elenco de actores se encontraban el propio Barrault, Madelaine Renaud, la actriz española María Casares y el célebre mimo Marcel Marceau.
La obra original, al igual que la versión del dramaturgo Juan García Larrondo, transcurre en un Cádiz mítico, habitado por un pueblo resignadamente sometido al arbitrio de los opresores. Sobre la ciudad cae el azote de la peste y de la muerte, dos poderes de vieja estirpe apocalíptica que simbolizan en este caso la sujeción de los hombres a la tiranía; una tiranía de la que el pueblo se libra en su constante lucha por vivir con dignidad.
Alianza Editorial publicó la obra en castellano en 1971, con traducción de Pedro Laín Entralgo y Milagros Laín Martínez, que escribieron en su prólogo: "Los españoles debíamos gratitud a Albert Camus porque decidió elegir a Cádiz como contorno teatral de su ensueño, de su gran esperanza y porque en un mozo gaditano quiso encarnar la figura del héroe que con su muerte hará posible la realización histórica de ese ensueño y de esa gran esperanza".


"Estado de sitio" podrá verse, tras su estreno absoluto en Cádiz, desde el 24 de enero hasta el 5 de febrero en la sala A del Teatro Central de Sevilla.



>Para consultar la noticia en "Diario de Cádiz" pulsar AQUÍ
>Para consultar la noticia publicada en el Diario "El País" sobre la programación prevista en "Teatro Central de Sevilla" pulsar AQUÍ
 

sábado, 3 de septiembre de 2011

NUEVA TEMPORADA DE "ARRAYÁN"


La serie más longeva de las cadenas autonómicas Arrayán regresa a la televisión de los andaluces a partir del próximo lunes en su horario habitual (21:25). La nueva temporada de la popular ficción andaluza, que lleva a sus espaldas más de 2000 capítulos, llega cargada de novedades con tramas que abordarán temas de actualidad como los niños robados al nacer, las tropas militares españolas destinadas a Afganistán o la crisis. Nuevas situaciones que apuestan por la cercanía y la cotidianidad y que compartirán espacio con las habituales tramas románticas y sentimentales de la serie.
De este modo, los espectadores descubrirán cuál es la situación de personajes como Marina, Gustavo, Isabel, Leonor o Susana, que comenzarán a buscar una vida mejor ante la amenaza del cierre del hotel y la llegada de un inesperado personaje que provocará grandes cambios en el destino de los trabajadores de Arrayán.
Para esta nueva temporada, se incorporan nuevos y conocidos rostros de la escena española. La actriz María Garralón, que se hiciese popular por su papel de Julia en Verano Azul y posteriormente por el de policía en la mítica Farmacia de guardia, interpretará el personaje de Loreto, una señora tradicional y religiosa que se verá envuelta en un gran dilema por su necesidad de vivir en familia.

Junto a ella, se suma al elenco de Arrayán, Liberto Rabal, nieto de Francisco Rabal y Asunción Balaguer, que dará a vida a Tony, un militar destinado en Afganistán que llega a la Costa de Sol con un permiso junto a Diego, un compañero del ejército que interpreta Fernando Ramallo (London Street, Ellas son así). Ambos conocerán en el hotel a Valentina que estará interpretada por Aída de la Cruz, muy conocida por su papel de Marina en la serie Doctor Mateo. Además, Enrique Alcides, premio al Mejor Actor 2002 en el Arona Film Festival de Tenerife y rostro habitual de series como El Súper u Hospital Central encarnará a Juan, un amigo de Gustavo que ha sufrido un cambio radical durante los años que han estado sin verse.
Para refrescar la memoria a los espectadores, Canal Sur emitirá el domingo a las 21.25 horas un capítulo resumen de la anterior temporada de la exitosa serie. Así, desde que comenzase su andadura en Canal Sur, en febrero de 2001, la ficción, producida por Linze TV (Endemol España) ha contado con el respaldo de la audiencia, convirtiéndose en un referente dentro y fuera de Andalucía. La pasada temporada Arrayán alcanzó marcas del 20% de share, con picos de audiencia de casi un millón de espectadores, consiguiendo habitualmente el minuto de oro de la televisión pública andaluza.

 
Pulsar AQUÍ  para consultar el artículo completo en Diario de Cádiz.
Pulsar AQUÍ  para más información en la web oficial de la serie.
 
 

domingo, 28 de agosto de 2011

EN MI MOLESTA OPINIÓN: SECUELAS, PRECUELAS Y OTRAS PARAMNESIAS



Vivimos tiempos dichosos para la ficción (televisiva, cinematográfica, literaria, incluso religiosa…). Y eso que la realidad siempre puede ser mejor o peor que cualquier cosa que podamos inventar. Pero nos hemos hecho comodones y todos necesitamos “desconectar”, evadirnos o dejar volar nuestro pensamiento al hilo de una buena historia, una bella narración o el más onírico de nuestros sueños. Y, visto el vértigo y la incertidumbre que nos atenazan, todo cuanto valga para anestesiarnos o para hacernos más transitable este valle de lágrimas siempre habrá de ser celebrado y bienvenido. Aunque no todo nos ha de valer ni tenemos por qué tomárnoslo a pies juntillas. Nunca se crean del todo las palabras escritas o dictadas por los hombres, ni den ciego crédito a nuestros periódicos, a nuestros telediarios, a nuestros líderes religiosos o políticos, ni a nuestros más ínclitos escritores, especialmente si son líderes de ventas en libros de autoayuda. Sea mediante el género que sea, jamás olviden que todo mensaje que se emite responde a una intención, y no siempre con fines loables ni para obsequiarnos con inocuos entretenimientos. No es que deba convertirse uno en descreído o volverse sordo a las señales de su entorno. Nada más lejos. Lo que debemos procurar es no perder nunca el criterio, la curiosidad por el conocimiento y la intuición aerodinámica de que todo es según depende del cristal del que se mire o nos quieran hacer mirar. Por que, al fin y al cabo, casi todo lo que sabemos, aprendemos o desvelamos hace ya siglos que se descubrió o seguro que fue vislumbrado por algún griego o algún sabio del sudeste asiático en otras eras protohistóricas. Apenas inventamos nada nuevo y, desde que la imagen, las ideas y las palabras pueden ser conservadas en todo tipo de soportes fácilmente accesibles y, gracias también a que nuestra creciente longevidad permite que los relevos generacionales abarquen más años de vida y de memoria, la sensación de que nuestra inventiva ha tocado techo (o fondo) resulta (desoladoramente) cada vez más evidente. Lo que antes era sorprendente “déjà vu”, se ha convertido hoy en un negocio floreciente. En lugar de imaginar o crear mundos nuevos, preferimos resucitar, refundir, versionar, recrear o, incluso, copiar o plagiar descaradamente otros que ya fueron inventados, y no necesariamente para describírnoslos con mayor acierto o de una manera más bella. Le duela a quien le duela, menos mal que la bendita SGAE sigue velando por nosotros, los creadores, porque los genios parecen extinguirse paralelamente a la originalidad y alguien tiene que poner orden en este mercadeo y darle a cada cual el mérito que le pertenece, ¿no? El cine apuesta por lo seguro y las secuelas, las precuelas y las nuevas versiones de títulos clásicos cada vez son más frecuentes. A la música y las Artes Plásticas les pasa tres cuartos de lo mismo. Y, en la literatura, mejor me muerdo la lengua, porque yo mismo acabo de “adaptar” para estrenar en breve “El estado de sitio” de Camus, obra de 1948 cuyo argumento, aunque me esté feo el justificarlo, al menos vuelve a estar de “rabiosa actualidad”. Pero eso no es excusa. No entiendo cómo, en pleno apogeo del “revival”, este verano no hayamos tenido una canción oficial con la que podernos descoyuntar. Ni siquiera el último “remix” de la Carrá lo ha conseguido. Y eso que “Far L´Amore” es casi lo primero que los humanos llegamos a inventar, ¿no? Bueno: eso, o el huevo, pues siempre dependerá de quién y cómo se lo cuenten y de la versión que al final se quiera uno quedar.


Publicado en suplemento "Pasarela de verano". Periódicos Grupos Joly. 28 agosto 2011.

domingo, 21 de agosto de 2011

EN MI MOLESTA OPINIÓN: MAGNÍFICAT



Ante la apoteosis cristiana que vivimos estos días con la celebración del JMJ y la visita del Papa, no me queda más opción que rendirme y hacer acto de contrición. Es tanta la vehemencia mariana con que los medios de comunicación nos relatan los actos del encuentro, tan entrañables las estampas que nos retransmiten de esos jóvenes a los que vemos por televisión, tan lozanos y rebosantes de optimismo que, emocionado, hasta a punto he estado de derramar “una furtiva lágrima”. Pido perdón a mis fans más fundamentalistas, pero lo digo totalmente en serio. De hecho, hasta he sentido sana envidia de esa euforia y esa alegría que desprenden, de esa fe, de ese convencimiento y esa bendita abnegación carente de complejos. Yo, que me formé entre Jesuitas y recibí una férrea educación católica, confieso que, a esas edades, incluso más jovencito, era ya un triste existencialista que rehusaba de catecismos, de misas y que prefería la condena eterna antes que tener que comulgarme. Más tarde, ya convertido en rebelde adolescente martirizado por el acné y otros conflictos más terrenales que espirituales, me resistí a soportar la carga de ningún pecado original ni el remordimiento de haber sido cómplice de crucificar a ningún supuesto nazareno. Caí precipitado, cual ángel luciferino, directamente al ostracismo de los ateos y los agnósticos y, desde entonces, malvivo sobrellevando como puedo mis dudas, mis escasísimas certezas y mi hedónico paganismo con mis visitas clandestinas a Santa Rita para suplicarle deseos imposibles. Veo ahora a esos jóvenes creyentes, tan ufanos, y no puedo evitar sentir cierta tristeza de no haber experimentado nunca algo parecido. Sin duda, mi vida habría sido más fácil si hubiese tenido la más mínima certidumbre de la existencia de Dios, si en lugar de a temerlo, me hubiesen enseñado a comprenderlo y a no sentirlo opuesto a mi naturaleza. Me habría sido de gran consuelo confiar en la resurrección y en la posibilidad de un Cielo de hombres justos. Pero, lamentablemente, no pude creerme nada de todo eso. Me queda la esperanza de que, si es cierto que Dios nos creó a todos a su imagen y semejanza, imagino que en la Bóveda Celestial habrá un apartado también para los laicos “buenos”. Y si yerro, como aquí no te exigen permanencia, siempre tendrá uno la oportunidad de arrepentirse en el último momento, ¿no? Al fin, con tantas ventajas y tanta epifanía vaticana, cualquier día de estos me vuelvo al redil, fíjense lo que les digo.


Publicado en suplemento "Pasarela de Verano". Periódicos Grupo Joly. 21 agosto 2011

domingo, 14 de agosto de 2011

EN MI MOLESTA OPINIÓN: LA ASUNCIÓN Y LAS PERSEIDAS



Mira uno hacia arriba aguardando ver cómo los cielos nocturnos de verano se vuelven a engalanar de farolillos, de fuegos de artificio y de fugaces perseidas en espectacular lluvia de lágrimas de San Lorenzo hacia las que lanzar algún que otro deseo. Eleva uno los ojos hacia el firmamento para soñar con noches de verbenas y aromas estivales, ocasos inolvidables o para alcanzar a ver, si fuere posible, los bajos de alguna que otra Virgen assumpta ascendiendo hacia las Alturas Celestiales por no se sabe qué místicas inercias pero, dependiendo desde dónde otee uno el panorama de este agosto, lo único que parece alzarse hacia el infinito (“y más allá”, como diría el astronauta de Toy Story) son los índices de inquietud económica y, surrealismos de la vida, la popularidad de la excuñada de la Jurado, repentinamente transmutada en paladina de cincuentonas aventureras con ansias emancipadoras gracias, cómo no, a otro de esos realities de la tele tan pródigos en regalarnos otro subgénero de estrellas fugaces mucho menos hermosas. Por lo demás, nuestras bolsas, nuestros mercados y nuestros peculios se precipitan al abismo con alarmante celeridad, arrastrados también por otra suerte de magia gravitatoria y conjunciones astrales incomprensibles a la mayoría de las personas para -¡Oh, portento!- volver a subir inesperadamente al son de que las sane o las hunda en la miseria cualquier agencia de “rating” de esas que ahora nos lo califican todo. Ya sea por asunción o por descendimiento, está claro que alguien se está enriqueciendo con todo este zarandeo macroeconómico que, por cómo hiede, tiene aún muy mal pronóstico. De momento, el ferragosto italiano y nuestro patrio “puente de la Virgen” están momentáneamente a salvo. Los galos, por si acaso, ya han puesto sus barbas a remojar y en Londres, como en el resto del mundo, todavía siguen preguntándose qué demonios pasa para que algunos se acaben comportando como bárbaros ultra-consumistas sin valores y sin causa.
Mira uno hacia arriba buscando desesperadamente una estrella fugaz a la que suplicar un milagro o la llegada de un alien (ya sea vaquero o del espacio) que nos devuelva la esperanza y resulta que, mira tú por dónde, hay noches de agosto que la única asunción que uno acierta a ver está cubierta por amenazantes nubarrones. Y eso que viene el Papa a interceder por nuestras almas…



Publicado en "Pasarela de Verano". Periódicos Grupo Joly. 14 agosto 2011.

lunes, 8 de agosto de 2011

EN MI MOLESTA OPINIÓN: ESTRÉS VOCACIONAL



No hay manera. Se lleva uno todo el año ansiando la llegada de las vacaciones, incluso contando días cual presidiario que dibuja palitos en la pared de su celda como peculiar cuenta atrás ante la liberación de su condena. Se hace uno todo tipo de promesas y propósitos que cumplir durante los días de ocio que le esperan: “no cogeré el teléfono”, “haré deporte”, “llamaré a los amigos que tengo abandonados”, “me levantaré a las tantas”, “perderé el tiempo tontamente”, etc… pero, nada, al final, suele ocurrir que todas las buenas intenciones se vuelven a quedar sin cumplir un año más, que las vacaciones se pasan demasiado rápidas y que, todo ese maldito estrés en el que más del 60 % de la población activa sobrevivimos el resto del año, no ha desaparecido del todo. Al contrario, como una rémora, los ecos de los problemas laborales nos siguen mordisqueando el pensamiento durante las que deberían ser plácidas siestas estivales, seguimos abriendo nuestros correos electrónicos con querencia y repasando las llamadas como si fuésemos adictos, como si el mundo fuese incapaz de proseguir sin nosotros; y el lastre de lo que dejamos pendiente y, sobre todo, de lo que nos espera y de lo que prometimos hacer y nunca hicimos, nos ahoga en plena tarde de playa y de remordimientos. Lo dicho: no hay manera de romper el ritmo. No sabemos distribuirnos las tareas en el tiempo ni distinguir el asueto de las obligaciones. Pasan los momentos y los trenes, vertiginosos. Los últimos días antes de regresar al tajo se convierten en melancólicos e interminables domingos por la tarde. Y, por si fuera poco, encima, en pleno estío, cuando más indefensos estamos, nos adelantan las elecciones generales, el Ibex sufre la mayor caída del año, las agencias nos atenazan con noticias apocalípticas sobre la “prima de riesgo” (o lo que quiera Dios que sea esa nueva catástrofe), el 15-M se evapora y en la tele le renuevan contrato a Jorge Javier Vázquez, con todo el horror que ello evidencia y significa. Total, que se pasan las vacaciones volando y, tal y como está el patio, hasta acaba uno volviendo al trabajo dando gracias por tener un empleo con el que seguir estresándose y agarrándose a la silla –el que la tuviere- por si acaso vienen “curvas” aún peores y nos acaban recortando los días de permiso. ¡Así no hay quién se relaje!


Publicado en suplemento "Pasarela de Verano". Diarios Grupo Joly. 7 agosto 2011.

EN MI MOLESTA OPINIÓN: A LA RICA ANIMALADA VERANIEGA



Con la llegada del verano proliferan por nuestros pueblos los festejos que incluyen, con el beneplácito de las autoridades, la tortura o el maltrato de numerosos animales. Cual “ruta del bacalao”, quienes disfruten de estas “festividades” pueden recorrer España de punta a rabo sin dejar de regocijarse en el sufrimiento animal ni tener por qué avergonzarse de participar, disfrutar o, incluso, de pagar para contemplarlo, pues para ello somos vanguardia de la cadena evolutiva, reyes de la selva y, algunas de estas fiestas -que forman parte de nuestro acervo folklórico- son consideradas atracciones turísticamente muy rentables, especialmente si tienen al pobre toro como agónico protagonista. Así, desde el Toro de Tordesillas al de Coria o hasta cualquier corrida que se celebre en alguno de nuestros cosos taurinos, la crueldad animal como espectáculo no conoce límites. (Eso por no mencionar otras carnicerías semejantes que se acometen a todo tipo de animales vivos a lo ancho de nuestra geografía). Si a eso le añadimos que, a excepción del excéntrico Noé, nuestra atávica relación con los bichitos siempre les ha perjudicado más a ellos, no sé hasta qué punto somos nosotros, de entre las bestias, la especie más agresiva y destructiva. No siempre es o ha sido así, naturalmente; ni tampoco todas las matanzas son igualmente comparables. Aún es pronto para convertirnos en veganos fundamentalistas pero, a estas alturas de la Historia, ya no se concibe que nuestro trato hacia los animales siga siendo tan dolorosamente inhumano y no se impongan leyes más severas para impedir que, ciertas masacres o conductas se disfracen de cultura, de arte o se justifiquen en milenarias tradiciones o en requisito para la supervivencia o el avance de la ciencia. Los animales tienen el mismo derecho que nosotros a compartir las beldades de esta Tierra. Ellos también están en su casa e, incluso algunos, sin contar los que hemos extinguido, ya lo estaban desde mucho antes que nosotros. Su destino va unido al nuestro, irremediablemente, ya sea como mascotas, como herramientas, como quimeras o como sustento indispensable. Pero mientras que no les respetemos y aprendamos a convivir con ellos en justos equilibrios, no pasaremos de simples matarifes domesticadores y, el hecho de poseer un alma o una inteligencia capaz de levantar pirámides, bellos versos o algoritmos, no nos hará ni superiores ni más dignos ni nos autoriza a mortificarlos a nuestro antojo. Ahora, eso sí: Luego ni saques al perro a dar una vuelta por la playa porque, encima, puede que hasta te pongan una multa. ¡Animalitos!

Publicado en suplemento "Pasarela de Verano". Diarios del Grupo Joly. 31 julio 2011.

EN MI MOLESTA OPINIÓN: TELECOPROFAGIA "DE LUXE"

Lo confieso: Yo, si no sale Jorge Javier Vázquez en pantalla, no veo la televisión. Y conste que no es porque le profese adoración o le considere un presentador modélico: Nada más lejos. Es más bien por la cantidad de horas que protagoniza en el emporio que lo amamanta y lo ha convertido en el “rey de la televisión espectáculo”, como suelen vanagloriarse al presentárnoslo cada vez que sale “a escena”. Bromas aparte, (espero que nadie haya creído en serio que soy ferviente “groupie” de este señor) admito que hay algo de este personaje que me irrita: no sé si será hasta insana envidia, fíjense. Envidia de su omnipotencia, de su status intocable y de su sueldo, naturalmente, que no de su talento como comunicador ni de su cada día más creciente ego, que pugna por estallarle en cualquier momento entre los botones de su camisa; en vivo y en directo, por supuesto. Supongo que debe ser una mezcolanza de motivos: su voz, su histriónica carcajada, lo que su figura simboliza en la prensa rosa, fagocitadora de vísceras y miserias ajenas (¡Y de las propias!)… No sé. Como ellos se las guisan y ellos se las comen delante de las cámaras y lo hacen a boca llena y manchándose las comisuras, como hienas con sus carroñas, sin pudor alguno, será que nada de él ni del mundillo pseudoperiodístico y soez que le rodea me parece ni sano ni creíble. No me va la coprofagia. En algunos programas de televisión, hoy los mediocres pueden ser todopoderosos dioses y, ciertas cadenas, si por algo pasan a la historia televisiva, será por haberse enriquecido a costa de ensalzar y fabricar a medida programas donde lo procaz, lo polémico, lo vulgar y lo estentóreo les han procurado audiencias astronómicas. Es el milagro de la telebasura, que se extiende y muta como un virus hasta sobrevivir e invadirlo todo con su bífida moral, anestesiando nuestra capacidad crítica y solapándose en frívolo entretenimiento inocuo. ¡Ojo!: Que, encima, pasado mañana todo esto también será cultura. La televisión sin rumbo se ha convertido en el reflejo y el motor de un mundo desorientado, raso de valores y ahíto de informaciones. Ni Jorge Javier, ni la Esteban, ni los “realities” interminables proveedores de carnaza para tertulianos y audiencias voraces tienen la culpa de los tiempos que vivimos ni de la tele que nos ponen, probablemente. Pero tampoco son menos inocentes que quienes les miramos, atónitos, sin poder volatilizarlos desde el mando a distancia. Y mira que no es por falta de ganas…


Publicado en "Pasarela de Verano". Suplemento Diarios Grupo Joly. 24 julio 2011.



EN MI MOLESTA OPINIÓN: EL ORGULLO DE "SERGEI"



Otro veranito más se han celebrado por las principales urbes del planeta (y puede que también por los extremos de todo el Universo) los fastos en conmemoración del Día del Orgullo Gay. Con pompa, justificadas reivindicaciones que convienen ser habitualmente recordadas y con algún que otro tópico, por lo visto, inevitable. Siempre es digno de alabanza cuanto se haga en defensa de la libertad de orientación sexual y siempre es loable recordar, también, todo cuanto otros hicieron antes por alcanzarla. Lo digo a colación de un magnífico documental que pudo verse en televisión hace unos días en el que se destacaba el papel pionero que en la ciudad de Torremolinos se jugó en pro de la visibilidad gay –amparado por el auge del turismo- desde los años duros del franquismo hasta bien entrados los ochenta. Todo cuanto allí sucedió se me antoja casi tan heroico y digno de rememorarse como los acontecimientos ocurridos en 1969 en torno al famoso bar neoryorkino llamado “Stonewall”, cuyo aniversario marca el calendario para este tipo de conmemoraciones. Lo que se “vivió” en Torremolinos fue totalmente diferente, naturalmente, pero también debería ser enseñado en las escuelas como parte de una Historia que los andaluces tendríamos derecho a conocer para poder sentirnos orgullosos. Orgullosos porque, al menos, durante unos breves años y pese a las adversidades de la época, aquella pequeña ciudad andaluza en pleno desarrollo turístico, con sus anhelos libertarios, supuso un revulsivo moral para el régimen y, con su abanico de plumas, dio un aire fresco de tolerancia al Mundo. Un ejemplo cuyo testigo, sin duda, con el tiempo y la llegada de la democracia, han ido recogiendo luego otros barrios y lugares españoles que hoy son reconocidos iconos internacionales de “la causa”. Vaya desde aquí nuestro homenaje a todos aquellos empresarios, locales, antros, a todas aquellas locuras e instituciones que, desde su burbuja, contribuyeron a convertir en realidad una parte del mito. Y, por supuesto, a todas aquellas personas que, de una manera u otra, lo protagonizaron. Gracias a ellas y a ellos, hoy muchos pueden dar al amor el nombre que más quieren y gritarlo libremente, tanto en festivo orgullo como en íntimo silencio.



Publicado en "Pasarela de Verano". Diarios del Grupo Joly. 17 julio 2011

jueves, 3 de febrero de 2011

La serie "ARRAYÁN" cumple 2000 capítulos y se mantiene como líder de Audiencia tras diez años de emisión en Canal Sur Televisión




"Arrayán", la popular serie de Canal Sur Televisión, producida por Linze TV (Endemol España) cumple este jueves, 3 de febrero, diez años en antena. Desde que comenzó a emitirse un 3 de febrero de 2001 se ha convertido en un referente de la ficción española, y ha contado desde el primer momento con el respaldo del público andaluz, que la sigue, día a día, desde entonces.

La serie se graba en Coín (Málaga), estudios en los que se han rodado los casi 2.000 capítulos emitidos. Las tramas se van renovando y adaptando a las circunstancias humanas, sociales, económicas y culturales por las que va atravesando la sociedad española. El secreto de su éxito tiene que ver con las historias que se cuentan, muy próximas a la vida cotidiana con un principio y un final. La cercanía a los sentimientos del público la han consolidado como uno de los programas con más solera en Andalucía.

Todo transcurre en el hotel "Arrayán". El título de la serie tiene un aire romántico porque lleva el nombre del patio 'Los Arrayanes' de la Alhambra de Granada, justo el lugar donde se encontraba Eduardo Galdo, productor ejecutivo, cuando Canal Sur le propuso iniciar este nuevo proyecto de ficción.

La producción de Linze TV ha supuesto una gran oportunidad para los actores y cantantes, ya que han pasado por su plató 750 intérpretes y más de 1.500 extras, además de cientos de colaboraciones y cameos. El actual director de la serie, Leo Vega, está al frente de un equipo técnico de más de cien personas y asegura que lo más difícil ha sido buscar continuamente argumentos que interesen y con los que el público se sienta identificado.

Líder de audiencia en Canal Sur

"Arrayán" que, cumple 10 años de emisión ininterrumpida, es uno de esos pocos productos audiovisuales del mercado que consiguen interesar a la audiencia durante tanto tiempo. Además, teniendo en cuenta que es una serie diaria, y que a lo largo de esta temporada, sigue siendo lo más visto de Canal Sur, quizás se pueda hablar de un fenómeno único.

Desde el 3 de febrero de 2001, fecha en la que Canal Sur Televisión apostó por una serie diaria de producción propia en el access prime time, se han emitido casi 2.000 episodios. En este largo recorrido, "Arrayán" ha sabido crecer temporada tras temporada, lidiar con el nuevo panorama televisivo adecuándose a las circunstancias y seguir ganando audiencia gracias a fidelizar a un público, que tiende a segmentarse cada vez más.

Tres datos referentes al actual curso serían suficientes para resumir su trayectoria. Con un 16,3% de cuota de mercado y 570.000 espectadores de promedio vuelve a coronar el ranking de los programas más vistos de Canal Sur, además de colocar 76 emisiones entre las 100 más vistas de la cadena y mejorar la media de Canal Sur -11.9%- en 4.4 puntos esta temporada.

Sus datos históricos, enclavados en otro contexto televisivo, fueron más que contundentes: "Arrayán" ha firmado un promedio de temporada del 29,6% de share con casi un millón de espectadores; ha marcado una media mensual del 35% de share en junio de 2004; ha anotado máximos del 39.2% de cuota y 1.251.000 espectadores en un episodio, con picos del 42.3% de share y casi un millón y medio de espectadores.

Volviendo a la actualidad, la gran aceptación de los últimos estrenos de ficción nacional, confirma el buen estado de salud del género y la fortaleza de 'Arrayán' frente a otros productos más ambiciosos. La ficción de Linze TV se coloca entre las 10 ficciones más seguidas de Andalucía, compitiendo con series semanales como 'Águila Roja' -27.5% y 972.000-, 'Hispania. La Leyenda' -22.7%- y 867.000- y la más reciente 'El Barco' -26.9% y 1.014.000-.

Las cadenas de ámbito nacional se disputan la franja del access prime time con resultados bastante más modestos que los que recoge "Arrayán" -16.3%- en Canal Sur Televisión. La propuesta más eficaz es la de Telecinco con 'Vuélveme loca esta noche' y se desenvuelve en un 8.3% de share, lo que significa que "Arrayán" casi duplica su resultado. 'El Hormiguero' en Cuatro anota un 6.8%, 'El Club del chiste' en Antena 3 marca un 6.6% en Andalucía y el programa de La Sexta, 'El Intermedio', se queda en un 5.1% de share.

Con esta trayectoria y su actual estado de salud, "Arrayán" es un ejemplo de trabajo, constancia, adaptación y sobre todo de éxito.

Un millar de actores han pasado por la serie

Casi mil actores han interpretado a personajes fijos o episódicos en "Arrayán" desde su estreno. El buen trabajo de los profesionales que han formado parte del reparto ha contribuido al éxito de la serie. Muchos eran prácticamente desconocidos y su paso por la serie les ayudó a dar el salto a las cadenas nacionales y/o al cine; otros habían permanecido fuera de escena y la serie contribuyó a su regreso con éxito.

Algunos de los actores de "Arrayán" en estos diez años son Agustín González, José Manuel Seda, Mariano Peña, Remedios Cervantes, Cuca Escribano, Carlos Castel, Germán Cobos, Alberto Amarilla, Ricardo Arroyo, Alfonsa Rosso, Emilio Buale, Paco Morales, Miguel de Miguel, Raquel Infante, Salvador Guerrero, Marisol Membrillo, Máximo Valverde, Sofia Mazagatos, Antonio Garrido, Mirtha Ibarra, Maricielo Pajares, Antonio Pagudo, Carolina Cerezuela, Fabiola Toledo, Eva Pedraza, Juan Gea, Vicente Romero, Anibal Soto, Manolo Solo, Paco León, Jimmy Roca, Manuel Sanmartín, Silvia Medina, Rocío Madrid, Alex Casademunt, Sergio Mur, Israel Rodríguez, Concha Goyanes, J.J. Valverde y Paco Racionero.

Gran equipo de profesionales

Durante las siete temporadas que lleva en antena, más de 400 técnicos han aportado su creatividad y profesionalidad para que la serie sea uno de los programas más vistos en Canal Sur. Diariamente moviliza a unos 130 trabajadores entre Granada, Málaga, Sevilla y Madrid. En los estudios situados en Coín (Málaga) se han construido más de un centenar de decorados para ambientar las tramas.

Además de las dependencias del hotel como la recepción, despachos, cocina, office, habitaciones, centro comercial, piano bar, pub, "Arrayán" se ha grabado en numerosas casas en las que habitan los personajes, lugares de trabajo externos al hotel, celdas de cárceles, locutorios, pasillos y habitaciones de hospital, un plató de televisión y una chabola, entre otros.

La producción de Linze TV ha podido contar para el rodaje de exteriores con los lugares más bellos de la Costa del Sol: playas, la montaña, campos de golf, localizaciones urbanas y rurales. Algunas escenas se han desarrollado en Mauritania, Berlín, Bruselas, California, Tailandia, Madrid, Sevilla y Melilla.

Los directores que han estado al frente de esta serie pionera en el género de ficción televisiva diaria han sido Tito Rojas, que arrancó la serie, Ismael Morillo que continuó en la siguiente etapa, y actualmente Leo Vega, que es ahora el responsable de que "Arrayán" siga siendo uno de los productos audiovisuales preferidos por la audiencia de Andalucía.

Música de éxito

La primera sintonía de "Arrayán" fue una melodía instrumental creada específicamente para la serie y titulada "He reservado una habitación". Muchos cantantes y grupos han interpretado las melodías de cabecera y continuidad que han acompañado la serie durante estos diez años, algunos de ellos son Merche con la versión lenta de "No me pidas más amor", "Abre tu mente" y "Loca", Miguel Céspedes "Devuélveme la vida", Radio Macandé "Dame cariño", Los Decai "Yo te haría una casita" y "Nena", El Arrebato "Búscate un hombre que te quiera" y "A mí na má", Los Cortés "La vida da vueltas", Manuel Carrasco "Y Ahora", La Guardia "Un día redondo" Antonio Romero "Tus ojitos" y "Me compartiría". Las últimas canciones han sido "Mentías" de Juan Peña, "Tengo un amor" interpretada por Gala Évora y "Tienda de muñecas" de Lukas con K. Actualmente en la cabecera de Arrayán suena una canción de la malagueña María Villalón titulada "Quiero que estés aquí".

"Arrayan", premiada con los Ondas

"Arrayán" ha recibido muchos premios entre los que destacan el Premio Ondas a la mejor serie española y por haber sido pionera en el género de ficción televisiva diaria; el Premio serie 10 de la Academia de TV en la categoría de Ficción. "La Biznaga de Plata", en la VIII edición del Festival de Málaga por su proyección y trascendencia en la industria audiovisual andaluza y el Premio ATEA, que concede la Asociación de Telespectadores Andaluces a la mejor serie. Y entre otros, el Premio Geca por ser el programa de producción nacional con mayor audiencia en Canal Sur.

> PULSE AQUI PARA MÁS INFORMACIÓN: